Para
aquellos quienes han trabajado en proyectos de desarrollo de software mediante
el uso de métodos tradicionales, el hecho de particionar el proyecto en
pequeños ciclos y no en fases les pueda resultar extraño. Partir del hecho de
tomar un grupo de características y someterlas a un mini proceso auto contenido
de construcción, en el que se tiene como meta no enfocarse en un gran bloque o
módulo, sino en un compromiso de concluir con un paquete de características,
puede ser romper con ciertos paradigmas laborales.
Se
trata de dividir un proyecto en pequeños ciclos, llamados por algunos como
iteraciones o para quienes trabajan bajo SCRUM en Sprints, ofrece enormes
ventajas para que nuestro cliente o promotor del proyecto, perciba avances
sustanciables y controlados en la construcción de su sistema o producto,
adicional que en términos generales genera enormes ventajas para la gestión del
proyecto sobre todo para la mitigación de riesgos.
Antes
de mencionar cuales son los beneficios es conveniente que nuestro cliente tenga
claro cómo se trabaja bajo este enfoque de iteraciones ó Sprints, y la
importancia de que una vez iniciado no es conveniente para las dos partes,
tanto equipo como cliente, modificar el alcance del compromiso del mismo.
1.-Visión
cercana de un paquete de características (Compromisos Acotados)
El
cliente define un alcance de lo que requiere pero el equipo decide en cuanto
tiempo lo puede tener listo. Lo anterior mencionado es una regla de oro en la
cual también es importante recalcar que el alcance tiene que ser claro, en base
a características que se puedan tener listas y funcionales en lapsos de tiempos
cortos: 1, 2, 3 o 4 semanas y siempre partiendo desde aquello que le dé más
valor al negocio.
2.-Construcción
controlada e incremental
El
equipo construye las características comprometidas para una iteración o sprint
desde una perspectiva de agregar capas de funcionalidad, sobre las bases de lo
que ya está construido de tal forma que el cliente puede ver en pequeños lapsos
como el producto toma forma.
3.-
Control de cambios y riesgos
Pasadas
unas 3 o 4 iteraciones tanto el equipo como el cliente determinan si los
esfuerzos realizados hasta el momento van enfocados en lo que se requiere, a lo
que el negocio realmente persigue o si el producto resultante cubre con las
expectativas de los usuarios, de no ser así se pueden hacer ajustes en el
alcance y del mismo modo se controlan los riesgos, no desde un enfoque global
sino desde un micro incremento de funcionalidades y características.
4.-
Construcción enfocada en el negocio
Como
ya se mencionó toda iteración inicia con un compromiso de características que
el cliente considera que son esenciales o más importantes para el negocio, de
tal manera que en determinados ciclos ya se puede tener un producto potencialmente
usable, en el cual el retorno de la inversión puede darse antes de que
oficialmente termine el proyecto.
5.-Mejora
en el rendimiento del equipo
El
equipo refuerza sus habilidades al orientarse a cubrir con los compromisos
pactados durante la iteración, de tal forma que la velocidad de desarrollo es
exponencial al número de funcionalidades base que se tengan ya implementadas en
el producto; las nuevas funcionalidades solo van arropando a las anteriores y
en cada ciclo el conocimiento se retroalimenta para mejorar la forma de
trabajar.
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